El pasado 27 de febrero celebramos la conmemoración del 163 aniversario de la Independencia Nacional algunos asistiendo al tradicional desfile militar en el Malecón de Santo Domingo, otros cumpliendo con actividades protocolares, los que corren con la suerte de trabajar en los medios de comunicación, pues trabajando y muchos otros (según se destacó en algunos medios) ni siquiera sabían porqué no tenían clases o por qué se les dió ese día libre en el trabajo.
Paseando por los albores 'bloguísticos' me encontré con un título que me cautivó mucho, tanto que me llevó a pensar y sentir como se describe. Dicho artículo es del muy estimado José Rafael Sosa (www.josersosa.blogspot.com), del cual hice una copia FIEL para compartirlo con ustedes. Es el siguiente:
Sánchez.Mella.-
Luperón.
Patria.
Bandera.
Caamaño.
Nacionalidad.
Soberanía.
Y al momento de llegar a mi mente esta larga relación de conceptos y Patria, me pregunto....¿Tenemos la Patria que Juan Pablo Duarte ideó?
Si llegara ahora, en este momento, el fundador de esta nacionalidad, se sentiría satisfecho y tranquilo?
¿Se sentiría orgulloso de lo que somos, de cuanto hemos luchado, de la labor que hemos desarrollado para llegar a ser lo que somos?
¿Encontraría satisfacción el Duarte recién llegado con el rostro de Patria que vendría a encontrar?
¿Hallaría que los dominicanos todos y todas, tenemos en nuestro lar nativo las condiciones para realizarnos?
¿Encontraría que no hemos tenido que irnos a sacrificar en otros países para poder tener una vida digna?
¿Cómo encontraría Duarte la independencia real o relativa que vivimos?
¿Hallaría autoridades que saben defender el buen nombre nacional ante los procónsules de imperios o reinados?
¿Se sentiría cómodo con la escuela dominicana?
Esta nacionalidad ha costado mucho, a mucha gente, en muchas épocas...y no se puede decir que aún sea una entidad consagrada, completada, libremente ejercida.
La obra de Duarte está incompleta.
El gesto hacia la soberanía sigue siendo un gesto, un apuntar el destino.
Sin duda que como pueblo somos una casta noble y digna, exceptuando los dañinos de siempre, los del desdecir, los de la delincuenica, los de la corrupción, los que venden y compran consciencias a cambio de un puesto en la nómina.
Si Duarte llegara ahora, en este momento, a este lugar, frunciría el ceño, apretaría los puños y elevaría la mirada.
Y nos diría......"Hay que trabajar mucho más. No es esto lo que quise. Mi obra debe ser completada".
Si Duarte llegara hoy la bandera debería ser para él, como lo fue al idearla, mucho más que un trozo de tela multicolor, cruzado por una cruz blanca.
La obra de Duarte está ahí, llamándonos.
Para que hagamos esta Patria tan grande o tan pequeña como nuestros esfuerzos por comprometernos con ella.
Ser dominicano es mucho más que una ofrenda floral, más que un discurso y más que una salva de 21 cañonazos.
Donde quiera que estemos, Somos eso...hijos e hijas de una Patria que nos reclama. Que nos requiere mirar hacia adelante. Que nos espera.
En New York ó en Madrid.
O donde sea....desde ahí la Patria es viable incompleta y posible.
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